En esa línea, tipifica el delito de caza de estas especies y crea un tipo penal que prohíbe dar muerte, capturar, tener, poseer, transportar, desembarcar, elaborar, comercializar, almacenar o efectuar cualquier proceso de transformación de cetáceos vivos o muertos, estableciendo penas de presidio.Además, determina acciones para su conservación; ordena proteger los espacios claves para el desarrollo de sus ciclos de vida, especialmente los lugares de cría, apareamiento, alimentación y rutas migratorias; y fomenta la creación de áreas marinas costeras protegidas, parques o reservas.
Asimismo, la nueva normativa regula la protección, rescate, rehabilitación, reinserción, observación y monitoreo de mamíferos, reptiles y aves hidrobiológicas, cubriendo así el vacío que había en la regulación pesquera.Adicionalmente, impone a las embarcaciones y aeronaves que transiten en los espacios marítimos de soberanía y jurisdicción nacional -que desarrollen actividades de avistamiento y observación- que cumplan las restricciones y normas de seguridad.
En la ceremonia, que contó con la presencia de autoridades y representantes de organizaciones medioambientales, la Presidenta se encargó de agradecer a todos los que hicieron posible que esta ley comience a regir en beneficio de las 43 especies de cetáceos que navegan por nuestras aguas."Muchas gracias a todos, porque Chile hoy da un gran paso adelante en materia de protección de la naturaleza y sin duda un gran legado a las futuras generaciones", concluyó Bachelet, quien en junio pasado declaró monumento nacional a los cetáceos.